jueves, 1 de mayo de 2008

MORIR NO DUELE MUCHO

MORIR NO DUELE MUCHO de Emily Dickinson

Morir no duele mucho:
nos duele más la vida.
Pero el morir es cosa diferente,
tras la puerta escondida:

la costumbre del sur, cuando los pájaros
antes que el hielo venga,
van a un clima mejor. Nosotros somos
pájaros que se quedan:

los temblorosos junto al umbral campesino,
que la migaja buscan,

brindada avaramente, hasta que ya la nieve
piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.

Versión de L.S.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No temas el fin de la vida, teme más bien que nunca haya tenido un principio

Camille Stein dijo...

siempre me sedujo Dickinson y su lenguaje extremo, cómo estiraba el significado de las palabras, su sugerida abstracción... un martirio para el traductor... para el lector, un placer su delicadeza y su caricia

un abrazo

Isabel Mercadé dijo...

La pequeña, blanca y oscura Emily, bellísima.

BELMAR dijo...

que bueno!

Anónimo dijo...

Por si acaso duele (que no lo sabemos) espero seguir en este mundo, muchos años más

dijo...

simplemente genial...bello y verdadero