jueves, 23 de octubre de 2008

Las palabras quiebran en el aire su destino…




Las palabras quiebran en el aire su destino…

Oí crepitar el fuego.
Sándalo en el aroma de tu boca.
La humedad a veces es sólo cuestión de un verso.
Palidece el silencio como si fuera el azul de un mar dormido.
La noche cabalga desnuda, yo soy su cómplice.
El frío es un ardiente amante de lo nocturno
y en él las rosas guardan el aroma
de todos los besos que nos dimos.
Ella me ama más cuando se va
que cuando ardiente me devora.

¿Quién arma al otoño cuando la herrumbre no cesa?
Alguien tendrá una llave que quemará sus dedos,
serán cicatrices que saben de puertas cerradas
y vientos de oscuros ecos.
Así es de sencilla la vida…
pausada y enigmática cuando respiras,
hermosa y derramada sobre la piel cuando agonizas.


Fernando Sarría


1 comentario:

Gittana dijo...

Aromas de sándalo y fuego que ardientes devoran los besos que guardas tan profundo como el mismo universo...
Hermosas palabras que comparten los versos del deseo dormido de aquella que tanto amas...

Precioso Fer... precioso en verdad mi querido Sarría!