lunes, 18 de mayo de 2009

BUDAPEST






Tú eres la dueña de las palabras, amor mío,

la que vierte en los labios el vino de Tokaj

y la lluvia harapienta

en las cajas de música

de la calle Dohány.

La que respira en los puentes

bajo el Danubio rojo,

la que construye nidos

en los huecos de las palabras,

la que ahuyenta los miedos

en los desfiladeros del Ejército Rojo.

La que trae vida insólita

y brisa cálida de silencios.

Tú eres Buda y yo Pest,

en la orilla derecha de la melancolía.



Cuando regrese de la niebla, cariño,

dame un beso de tornillo

en la Iglesia de San Matías

y veintinueve más en el Funicular.

¿Me harás olvidar que no soy inmortal?

¿Me enseñarás de nuevo a beber de tus labios

y ante tanta belleza

dejar de llorar como un pájaro de opio?



-El invierno es frío pero corto en Budapest,

pronto podremos alquilar dos bicicletas

en la isla de Csepel- me dijiste.



Ángel Petisme


1 comentario:

Danais Anja Bozac dijo...

no conozco a ese escritor pero escribe sumamente hermoso!