sábado, 2 de octubre de 2010

La palabra es un vicio solitario




La palabra es un vicio solitario
y se manifiesta en minúsculas
partículas de brisa.
El vidente niega y no reconoce el gesto:
Sílabas. Tras ellas, vacío.
De nuevo, el trueno de la mañana volvió
y alumbró el verbo.
El tintero vacío da cuenta de sus miedos.
La claridad entre las manos se filtra.
El papel amarillo de sus sueños da razón.
Ha germinado el desengaño.
La tristeza empaña los cristales de la tarde.
El recuerdo golpea insistentemente.
Sobre la mesa azul
el dolor camina a sus anchas;
y el crepúsculo revolotea entre los papeles.
Mientras, el polen de los cerezos cae gracioso
en los hombros de los amantes.
Es mayo.
Entrada anda la noche en quietud clandestina.
la primavera es llanto de ausencia
y de voces sin sombra anda coronada.
Trae versos en lágrimas de jade.



Enrique Villagrasa


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