jueves, 8 de septiembre de 2011

POR QUÉ ES NECESARIO EVITAR AL NÁUFRAGO



Con la piel arrodillada,
la respiración respeta el toque de queda
en esa zona de carga y descarga para besos decapitados,
una muleta urgente
arrepentida
hermana de la culpa que desborda puertas y ventanas,
sujeta a una mujer desnuda
que alarga los pasillos del deseo
y desparece entre azulejos repetidos.

Como en una cuerda floja
que cuelga a millones de kilómetros del suelo,
las calles reciclan los colmillos
a la espera de la humedad del desconcierto,
sus arterias viven de olvidos, mortajas
y la huida permanente de violines.

Las alcantarillas reprochan el pudor a las aceras,
secas, viejas, hondas,
no entienden por qué es necesario evitar al náufrago,
los vientres mojados de miserias
y el ahogo de todos los juguetes y lagartos
que siempre van de paso.

En este silencio que no es mío
hay lunes demasiado adultos
como para negar el dolor en los ojos ya ciegos.







Marian Raméntol Serratosa




1 comentario:

Mamen Alegre dijo...

Una semana de lujo. Poesía para los sentidos, para el estremecimiento.


Besos Marian.

Gracias Fernando.