lunes, 1 de octubre de 2012

PUDIERA PARECER







Aunque pudiera parecer que estoy entera
lo cierto es que camino por pedazos,
me fui rompiendo en líquidas tristezas
y compuse imitaciones de mis pasos.

Un puzle inacabado de mi misma,
grotesca ante los ojos avispados,
telúrica presencia entre unas rimas
que esperan ser un verso recitado.

Me mueven las entrañas y las tripas.
No busco absolución a mis pecados,
si muero, solo quiero ser ceniza,
pero mientras viva,
¡quiero sentir el fuego arder en el costado!

Por querer caer de frente ante la vida,
se me quebró el corazón contra el asfalto
y mil veces más una, fuiste herida
al levantarme de nuevo en el ocaso.

Pero me aferro a esta ternura recosida,
que va tejiendo labios en mis besos,
dibuja mariposas encendidas
y acuna la carne que sujeta mis huesos.

Si vienes a juzgarme, date prisa,
que el tiempo que me resta ya es escaso
y prefiero, a tu pesar, ser yo mi guía
y que se estrellen mis ojos en la soledad de mis párpados.

La nieve va cubriendo mis cabellos
y el frío se hace eco de mis días,
más no importa que se me acerque el invierno,
si mañana al despertar, puedo soñar todavía.

Aunque pudiera parecer que estoy entera,
lo cierto es que camino por pedazos,
no quieras ya romperme lo que queda,
ahora mírame, solo mírame… mientras me marcho.




Ángela C. Aranda










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