domingo, 30 de noviembre de 2014

A Unai y a Paule




Hay días de lágrimas alegres.

Hoy se ha obrado el milagro de la carne rosa

y hay murmullos de arcángeles en todas las estancias.


Mi hija tiene dos almas y le ha salido un nido

en forma de regazo.

Su mano se ha hecho cóncava y se acopla

a la convexidad rosada de su fruto.


La vida persevera y alguien pide su estrella.

Un brote de mis brotes ha tomado el testigo

para portar la antorcha a través de mi pálpito...


Hay una sangre nueva que se convierte en leche.



Octavio Fernández Zotes.


1 comentario:

BANDOLERA dijo...

Mi poeta vivo (y coleando)favorito, don Octavio Fernández Zotes.Felicidades por la iniciativa de publicar sus maravillosos poemas, jamás sobran y siempre son bienvenidos.