jueves, 30 de abril de 2015

Los brotes de la santidad




La voz es avenida neblinosa;

la bruma es respiración del tiempo;

las huellas de la firmeza son la duda.

Prefiero su voz a los hipnóticos,

los diccionarios, los talismanes y la pasta,

–el esplendor ofrece el poema en la cavidad

del instante–;

su voz acciona los sonidos transpirados por la música.

Los muertos son ángeles sin alas,

los ángeles se visten con la voz

de su desnudo evangélico, invulnerable;

la niebla es la respiración de los arcángeles,

el tránsito de la voz lenitiva

hacia la esperanza nuevamente coronada.

Retengo en el arcón de la memoria su voz

–una hoz de niebla escrita sobre papel–,

los cuerpos se funden con el envés,

se envilecen,

pero aquella voz,

protegida por la sonoridad inquebrantable,

vuelve a llenarme una vez más

con la esponja que habita en el sueño

y la boca voluble del ser sin ser.

Su voz es una gota de luz

vertida en el principio de la eternidad.


Raúl Herrero


miércoles, 29 de abril de 2015

Otenos



arcángeles dormidos para matar

llora sorda barcaza su blanca sed

que llena cuna con vacío viento

estalla entre tus duros ojos altar

yo codicio gozarte ante la pared

en sótano con mar de añil tormento

donde el plasma roe sueño malsano

piel que sombra de pez será en animal

de esperanza en espera de pan–cristal

tú lúbrico cadáver tan liviano

marea doblada en cruce inhumano

mi carretilla tiembla en la virginal

fuego en la leche de ámbar de avispa oval

oh muerta idea que da al mundo ufano


Julio, 1997


Raúl Herrero


martes, 28 de abril de 2015

Reflejo de disparo azul (EL HIJO PRóDIGO)



Aquel lugar no era un parvulario,

ni un gimnasio, ni un educado edificio;

era un campo de niños

donde me habían obligado a crecer

deshaciendo losas bajo mis pies

y tirando de mis manos

hasta casi romperme por la cintura.

Desde el rubor silencioso

de sus paredes manchadas con patitas

de ciempiés anteriormente sumergidas en tintero

de sangre;

desde la mirada fosilizada de perdidos

estuches, reglas, compases;

todo en orden cadavérico,

me pesaban imágenes de otro tiempo

con cuerpos jóvenes que no han envejecido:

han muerto.

Supervivientes–verdugos,

erguidos sobre ataúdes

con toneladas de martillos dentro de la cabeza,

repiten, con la misma tosquedad que en mi infancia,

los pasos de un minué desmayado,

entre pútrido y pétreo.

Me he disfrazado para la ocasión

con siglos encapotados en capa,

con manos artificiales de poliéster

y mirada ahogada de bufón.

Un momento de tempestad y...

... ni calma...

... ni hastío...

... ni pasión...

... un hueco que me atraviesa

desde la espalda hasta el escudo de hojalata.

Al concluir mi pequeña gestación

alguien me saluda junto a las duchas;

para entonces ya no escucho ni veo.

Mis sentidos se acurrucan entre los brazos de

una sombra.

Tempus fugit.


Raúl Herrero


lunes, 27 de abril de 2015

LA RECREACIÓN DE LA CREACIÓN






El cielo pusilánime escupe su castigo

mientras mi abuelo me conduce

del colegio a casa;

–de Omega al Dorado–.

Mi mano la guarda en el estuche de su mano.

Sobre nuestras cabezas sostiene, con pulso de atlante,

un majestuoso y onírico paraguas negro;

profunda obscuridad traspasada por un bastón;

noche de tormenta metamorfoseada en murciélago;

virgen blanca desgarrada por lengua de carbón;

cúpula por una luciérnaga parcialmente iluminada;

pieles de morcilla cosidas con mugre;

tinta china derramada sobre un pedazo de aire;

noche acotada por el filo de unas tijeras;

media capa adornada por cucarachas;

cargado café en plata negra transmutado;

uvas masacradas hasta formar una pasta diamantina;

alas de cuervo cubiertas por azogue;

tazas de nada repletas de chocolate espeso;

cuello moreno estrangulado por cabellos negros;

jirón de luna arrancado y cubierto de azabache;

plaza negra de arena negra con un toro negro

en el centro del ruedo negro con los cuernos

blancos pintados de negro;

una luz verde me arranca la nuca.

Nuestras pisadas pisan a los pulpos

enredados en nuestros pies.

Mi abuelo, que aquel día

era el hombre-araña,

golpeaba a mis enemigos

del autobús, de la escuela,

de los muelles del ascensor;

y aún hoy lo continúa haciendo

desde los orificios mojados

del firmamento siempre-vivo.

¡Temblad!,

mocos antropomórficos

pegados a las suelas de mis zapatos.


Raúl Herrero







domingo, 26 de abril de 2015

Semana dedicada a Raúl Herrero




La enferma




Lo falso sólo tiene sentido

en los hospitales.


Nunca es una palabra que jamás rozará mi piel.

Conozco el dolor. Conozco la pérdida.

En París fui una niña enferma.


Pero me basta el amor.


Si le temo al miedo, una vez fui más allá:

ahora soy una mujer con dos cabezas

y un corazón hinchado.


Tres. Uno, dos y tres cadáveres.


La niña enferma, la niña muerta de miedo.


Mis abuelos hablaban de la guerra:

mi venganza, ahora, será vivir.


Sara Herrera Peralta


sábado, 25 de abril de 2015

¿Por qué te vas tan lejos?





¿Por qué te vas tan lejos?,

me preguntó la abuela.

Tengo que trabajar, le dije.


Nosotros también nos fuimos,

igual nuestros hermanos:

ellos no volvieron.


Te vas tan joven y sola, decía,

serás extranjera.

Y señaló el mapa.


¿Por qué te vas tan lejos?,

repetía, con lo bien que estabas

aquí – coche, hipoteca, préstamo -.


Voy a buscar una vida grande, abuela.

Y la abuela me miró a los ojos,

acariciando mi cara con sus manos:


que el viaje no sea duro,

que el país sea una casa,

que los amigos te duren para siempre.


Sara Herrera Peralta





viernes, 24 de abril de 2015

18:33



Al hilo rojo 



Los bancos del parque son

mis paradores de ciudad.



Un anciano deambula en línea recta.



Un joven se acerca. Se estrechan los cuerpos.



-Perdone, tiene usted una pegatina en su espalda-.

-Gracias, joven. Estos niños de hoy en día…

Muy amable. ¿Tendría usted hora?-


-Sí, claro, las seis y media-.


-¿Cómo se llama?-


El tentempié de los árboles.

La distancia entre los dedos y

el rastro de unos zapatos

de cordones desatados.


La tarde tiene sabor a castaña recién hecha.


-Perdone, tengo prisa-.


-Disculpe. Muchas gracias-.


Y vuelve a colocarse su pegatina en la espalda.


Sara Herrera Peralta






jueves, 23 de abril de 2015

[Dreams agency]





Cantamos y maldecimos los días de hambre,

de hambre y de Nocilla,

teniéndolo todo y no teniendo nada.



Cantamos creyendo en el paraíso

de una playa desierta con palmera inclinada,

el olor salado y el sonido de las olas,

cabalgando.



Testimoniamos los hechos.

Y quizá, algún día, sepamos por qué las colas son largas

en el Corte Inlgés, - una vez que hemos comprado ya

el papel higiénico, el arroz y los huevos -,

en la agencia de viajes.

Un billete, por favor.

Un billete para ir a algún sitio,

no importa dónde, lejos del barrio.



Cuando cantemos creyendo que el paraíso existe,

que de verdad hay una playa

y una isla desierta

y un cocotero

y una palmera,

cuando cantemos, por fin, convencidos

de que el paraíso existe,

los dioses serán menos,

ya no tendremos tantos sueños.


Sara Herrera Peralta


miércoles, 22 de abril de 2015

Contra este mundo




Pues más allá de nuestro sueño

las palabras, que no nos pertenecen,

se asocian como nubes

que un día el viento precipita

sobre la tierra

para cambiar, no inútilmente, el mundo.

José Ángel Valente



De qué sirve un país muerto de tristeza,

un pájaro queriendo volar en una jaula,

tener apego a algo

que mañana no tendremos.



De qué sirve la flor oscura, el poema,

la madeja deshecha,

un lugar en el mundo

cuando ya no es tu casa.



Hay días como puñales

en que los habitantes se hartan del miedo

y del fondo frío y fragmentado

de esta ciudad que nos retiene.



No sirve de nada.

En tiempos de horror y abatimiento

reclamo la alegría

como arma y sostén

contra este mundo.


Sara Herrera Peralta


martes, 21 de abril de 2015

Blues Negro




Hablo de los hombres y mujeres que han perdido

la voz entre las rejas de una casa,

hablo de los valientes que fueron valientes

cuando alguien les llamó traidor o de un bando

que no era el bando del ganador.

Hablo del que lleva la rosa clavada entre los dientes

y las manos atadas con esposas,

hablo del niño que corrió campo a través

para buscar a sus abuelos,

enterrados nadie sabe dónde.

Hablo de lo mismo que hablan las generaciones

pasadas a pesar de que este mundo

intuya que el olvido es un arma de fuego

contra todo aquel que lucha.

No me traigan modas ni tendencias,

de lo que yo hablo es de lo mismo que han hablado

mis padres con sus padres

o mis abuelos con los suyos.

Cuando hablo de esos hombres y mujeres

que han perdido todo o casi todo,

hablo desde la lejanía del mundo,

desde esta angostura que atraviesa

ciudades, rostros y países

respondiendo a esos que insisten

en que hay que ser moderno.

Hablo de lo mismo que tú hablarías

de no haber sido yunque o piedra

frente al hombre que murió de espaldas,

fusilado frente a un muro.



Y hablo de esos hombres y mujeres

porque todavía están llamándonos los muertos

y saben nuestros nombres.


Sara Herrera Peralta


lunes, 20 de abril de 2015

Prefiero





Prefiero las excepciones.

Wislawa Szymborska



Prefiero la risa a la sonrisa,

prefiero celebrar una amistad

a convenir una cita,

prefiero la brisa al viento,

prefiero el mar al río

y el horizonte a la ventana.

Prefiero decir aquí, calor, casa, hogar,

al carné o a la nacionalidad,

prefiero el color a la monotonía,

prefiero que haya por lo menos

el mismo número de mujeres

alrededor de la mesa

y prefiero que no haya altar,

ni premio, ni medalla.

Detesto las listas de espera

y la de los excluidos.

No soporto el dolor provocado por el odio

ni que me señalen y me digan

tú, distinta, tú, extranjera.

Prefiero ser yo misma,

prefiero lo cercano de lo desconocido

al miedo a lo lejano.



Prefiero, en fin,

la boca serena,

las manos abiertas,

el corazón pidiendo

un poco más de calma,

algún lugar

donde quepan aún

los sueños de los tristes.



Sara Herrera Peralta


domingo, 19 de abril de 2015

Semana dedicada a Sara Herrera Peralta




UN DÍA CUALQUIERA



Hay hombres que amordazan la jauría en noches como esta
se ve la luz de sus apartamentos
como una cuenta atrás
durante muchos años
apagarse, encenderse, volver a empezar
según un ritual de tiempo
de sombría decrepitud urdida
sombrío lamento de sus atardeceres.

Tal vez
imaginéis
una algarabía pretenciosa
en su acto de silencioso autorretrato
quizás es que todavía no habéis sentido el ahogo
de la falta de todos los horizontes
el sucesivo martilleo de la pérdida
que ellos no ocultan
bajo la capa del amor superficial
de fechas- acontecimiento
o exaltaciones predecibles
de todas y cada una de sus miserias.

Quién sabe si seréis vosotros
ese mismo hombre
sentado en su cubículo
dilapidando las horas
concentrado en provocar la magia
para superar las rémoras
desprenderse de lampreas
expulsar hasta el último parásito
para que las alas puedan extenderse sin sorpresas.

Quién sabe si nos quedará un segundo
para hacer esta reflexión
cuando el telón de la suerte se desprenda
veamos los rostros homicidio
formar parte de nuestra extensa familia
mordamos la mano que golpea nuestra crisis
luchemos por un último aliento
para que otro luche y muera
más allá de nosotros
llevándonos consigo.


Ferran Garrigues



sábado, 18 de abril de 2015

LA FRONTERA




Rompo la línea de los amantes
diciendo la verdad
en susurros de sábana
en besos furtivos
de medianoche turbia
de barra de discoteca
puente maleficio
repleto de candados.

Cuando se enzarcen de nuevo
lenguas en sus dientes
dientes en sus cuerpos
cuerpos en sus camas
camas en sus huesos
si así hubiera sido
el amor perfecto
deslizante hacia la muerte
comenzaría a regresar hasta la puerta
donde empiezan los caminos.

Se descuajaringa el pequeño tumulto
escapado de palabras hechas de señuelos
porque la verdad no se muestra
porque existe el miedo
en cada una de sus revelaciones.

Y deseo perder todas las veces
morir de viejo en el abandono de los cobardes
sentir que no soy único
dejarme vencer en la soledad constante
donde nadie venga a rescatarme
seguir la estela del invierno
decidir el paso sin pensar demasiado
siendo esta irreflexión
que se abalanza.

Quizás lo siento
quizás ya lo sabía
conozco cada uno de los errores de este programa
conozco todas las debilidades que me atenazan
yo no vuelvo nunca a la puerta que se cierra
ni estrangulo el aire de quien quiere ser libre
nunca seré nadie en la periferia de ninguno
ni dejaré que te ahogues
en la voluntad de amar que me contagias
prefiero despedazar este corazón soberbio
convertir la piedra en alma
desajustar todos los ritmos conocidos
lanzarme al mundo sin ser carga.

Desaparecer en las esquinas
donde fue fácil decir te quiero
convertirse en eco
en los laberintos
entre ciudades infinitas
que parecen acogernos
con extraña familiaridad
de cárcel y suicidio
a las que parezco acostumbrarme.



Ferran Garrigues


viernes, 17 de abril de 2015

HORROR VACÍO




De todas las cosas horrendas
creo
que la peor
es mentir sobre los muertos
silenciar a los asesinados
tener la sangre fría
helada de olvido
para poder seguir
la senda del oprobio
recrear un nuevo mundo
lleno de resistencias
y miedo a la revelación.

De todas las cosas horrendas
levantar una nueva ración de hijos
allanando el terreno de la culpa
vendándoles los ojos
fomentando la regularidad
obviando lo inesperado
manifestando solo
las cosas sin conflicto
las creencias y los modos
que no debimos permitir.

De todas las cosas horrendas
disfrutar la vida a costa de los cadáveres
hacerse rico
ocultando los huesos
debajo de las alfombras
o mezclando la resina que exudan
para apelmazar los cimientos
de una crítica nación.

De todas las cosas horrendas
que nos han hecho ser
lo que seamos hoy.


Ferran Garrigues


jueves, 16 de abril de 2015

DUDADUDAS



¿Sentís el olor a rancio
de los presentadores de plástico
que flotan en vuestra retina
un día más?

¿Y la pandemia comunicativa
a la que nos abalanzan?

¿Miráis con el ojo lavado
la decadencia infinita
que nos depara
esta reflexión?

¿Podéis decir la palabra libertad
sin sentir el holocausto en vuestros vientres
del dolor agudo embrutecido de hogar?

¿Es así, como se llega al delirio?

¿Es así, como se pierde la cabeza?

¿Es así, como se acepta esta fractura
en el espacio íntimo irreversible
qué ya no ha de volver?



Ferran Garrigues


miércoles, 15 de abril de 2015

EL OJO SOBRE GAZA




Nosotros que somos toda la extrañeza
colgamos de los pies
pegados al plástico de una pelota
donde el cráter duerme
bebiendo nuestra algarabía
nosotros que jugábamos
antes del ruido
antes del estallido
antes de ser devueltos
a los brazos de las madres
a los brazos de los padres
como migajas
que se les escurren con la sonrisa
y no se recuperan jamás
de toda la rabia
que se contiene en este último epitelio
mientras el diente muerde el diente
moliendo el veneno
de las estirpes infinitas
llegará el desierto
drenaréis el polvo de nuestras calaveras
para respaldar la verdad
tendremos que esperar todavía
a que se limen los cráneos
los mondos huesos
mientras la duna juega en nuestra contra
y el canto de cada diminuto grano
que la compone
se lleva un recuerdo de la sangre evaporada
filtrando el genoma de Palestina
hacia las raíces de su territorio
para que no la alcancen los misiles
para resonar tan abajo y tan profundo
tan fuerte y tan intensamente
como sea necesario que se grite
a la inmediata sordera de políticos
hijos del candelabro
jugando a ser Dios.



Ferran Garrigues


martes, 14 de abril de 2015

PEQUEÑOS ENTRESIJOS BUROCRÁTICOS QUE NUNCA TE CONTÉ.




Te daré el amor
como se da un beso
debajo de la nieve
frío
incandescentemente frío
y lento
espectacularmente lento
como todas las cosas que suceden por última vez.

Te daré el amor
como una copa de vino
hecha de azúcar
disolviéndose a cada trago
sin poder volver a degustarla
despacio
muy despacio
así
como todas las veces
que hemos estado cerca
y nada ha sucedido.

Te daré el amor
o no te lo daré
mantendré esta tensión
tal vez insoportable
tal vez amable a la vez que discreta
de ese modo rígido
con esa precisión
que regentan las madamas
así, un poco
como decirlo
sadomasoquista.

En el fondo
el amor
es una concesión de tiempo
quimera del oro
caleidoscópico proyecto
proceso alquímico
reflejo de sombras
baile de flechas
dulce prescripción de herbolario
anamnesis fingida
prospección en terreno peligroso
simulacro de besos y abrazos
promiscuidad tras las máscaras
efecto reconstructivo del ego
fórmula del brebaje de la eterna juventud
o receta del más lento veneno.

Te daré el amor
sí, si te lo daré
y permanecerás como un muñeco
presente y servil durante el largo invierno de tu promesa
callada, sí, callada y frágil
volátil, cercana al fuego, al viento
medio pompa de jabón
lucharás por recuperar tu libertad
y yo asentiré todas las veces
condescendiente, preciso,
(¡Ah, de qué precisión haré gala!)
para ti, para conservar tu amor
el amor ese que siempre deseaste

ese estado de princesa
rosachiclepelodoradopájarostejedoresratonesportacarros

ese estado de doncella
respetadaprotegidaviolentadaamartilladaadocenadadoméstica

ese estado de señora
criadorareproductoraalimentadoracosechadoraprostitutadevota

sé que serás feliz, muy feliz a mi lado
o al menos espero que con el tiempo
aprendas a apreciar
todo este gran sacrificio conmemorativo
a las grandes uniones de nuestros antepasados
todo, dártelo todo, en magnífica entrega
en este poderoso acto de amor
máxima del vital proyecto
que realizo por "nosotros"
hasta que la muerte nos separe.



Ferran Garrigues

lunes, 13 de abril de 2015

A MEDIA VOZ




Te hablaré donde fluyen las tormentas,
en el lugar del primer misterio.

Así, delicadamente,
como se hablan los amantes felices e ingrávidos,
sin posarse jamás.

Te indicaré un camino
para recuperar el gran sueño.

Al borde de la espuma
del mar calmo, horizontal y profundo
de nuestro encuentro.

Donde todo sucede a pesar de nosotros mismos
espejos de continuidad
ávidos por reflejarse.



Ferran Garrigues

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domingo, 12 de abril de 2015

Semana dedicada a Ferran Garrigues




Recuerdo del amor



Recuerdo del amor
esas cosas simples,
la forma en que invadías
mi lado de la cama,
tu nariz hundiéndose en mi pelo,
el desorden del cuarto,
las prisas de las siete,
un beso - quédate más - no puedo.
La casa sin cerrojos,
el punto exacto del vino.
La dimensión de tu tiempo,
sus latidos.
Todas las palabras,
todas las preguntas,
todos los intentos.
Y luego un frío tenaz,
más persistente que el olvido.


Martina Brisac




sábado, 11 de abril de 2015

Yo miraba donde miran los faros




Yo miraba donde miran los faros,
con la nostalgia adherida
como la concha de un molusco.
A veces un rayo, un resplandor,
la ingravidez de un ave en su influjo migratorio.
A veces un quiebro, un viento, un frío,
la muerte silenciosa de los peces,
-muda agalla púrpura y dormida-
como a veces también mi corazón latiendo.

Pero has venido,
como el verano más cálido de la infancia has venido.

En las manos me crecías como los campos de centeno,
tan lleno de luz, tan serenamente desnudo.


Martina Brisac


viernes, 10 de abril de 2015

No es que el día apunte lluvia




No es que el día apunte lluvia
es que dice tristeza con una terquedad insobornable.

Quisiera meterme bajo un paraguas
y espiar las gaviotas en los caladeros del sur.

Quisiera estar entre las cosas que tocas,
un timbre, un reloj, esa ventana
donde tus ojos se ocultan como la luz de la tarde.


Martina Brisac


jueves, 9 de abril de 2015

Como las cosas que fueron del viento



Como las cosas que fueron del viento
antes de sujetarse a la raíz,
como aquello que fluye incorpóreo
ajeno a la tierra y las manos,
así también te amé
antes de tu nombre.


Martina Brisac


miércoles, 8 de abril de 2015

Créeme




Créeme
solo aspiro a estar en paz,
con esa paz chiquita de las cosas sencillas,
la piedra en el arroyo,
un campo, sí, las colinas de trigo,
la lúcida mirada del anciano.
Sólo aspiro a estar tranquila,
en tus manos, por ejemplo.
Pero entonces qué ruido el mundo
y sus cóleras
cómo se clava el llanto del niño
y su hambre,
y el bocado en la esperanza
de los sentenciados.

Y qué hago amasando palabras
si es el pan y la fruta, y esta ternura
frenética que a veces siento
y camina extraviada por la casa
rebotando en las paredes como un eco.
Dónde pongo este minúsculo gramo,
este trocito de justicia que grita dentro,
dónde pongo el amor, amado mío,
dónde estos ojos cansados
que te miran suplicando como un perro
que enciendas la música
para que abarque al mundo.


Martina Brisac


martes, 7 de abril de 2015

No tocaremos la eternidad



A Julio.

No tocaremos la eternidad, sólo su esencia.
Yo te abro mi cuerpo para que tú entres
y todo en el universo cambia,
como todo cambia cuando confluyen dos gotas de agua,
dos nubes, un viento y después una tormenta.
No tengo nada íntegro,
soy lo que sucede cuando sucedo contigo.
Eres el vértice de esa estrella que me cruza
y se desborda,

y se desborda
en un ínfimo universo ajeno a los telescopios y a los mapas.
Somos ese pedacito de algo que no cabe en la historia,
y, sin embargo, amor, qué poco importa,
si todo el cielo me cabe en las palmas de tus manos,
y con tus manos me tiemblas
con la fuerza sísmica del planeta,
y con tus manos me expandes,
más allá del contorno de los mapas.


Martina Brisac


lunes, 6 de abril de 2015

Ahora es más profundo




Ahora es más profundo.
He sacrificado cierta luz
para llegar al centro de las cosas.
A veces duele amarte así,
dueles cálidamente
mientras me deshago en tu artería,
y el mundo se convierte en una diminuta esfera,
un lejano punto azul que contuvo mi casa,
mi cama, los libros, la noche absoluta
donde agonizaban las palabras,
ateridas y frágiles como pájaros de invierno.
Estoy amaneciendo en ti,
eres púrpura en esta desnudez completa.


Martina Brisac


domingo, 5 de abril de 2015