miércoles, 3 de febrero de 2016

EL ROMANTICISMO ES UNA MENTIRA



Si me vas a querer, 

omite la parte que a mis ojos corresponde,

obvia las curvas que por naturaleza heredé,

deja de pensar en mis labios,
sin son besables o deseables,
deja las caricias de tus manos a un lado
y no me toques el vestido.


Si vas a quererme que sepas
que te cedo parte de mi espacio y de mi sombra,
que quien soy se gesta en ese punto intermedio
entre las sinapsis de mis neuronas,
los bombeos de mi diástole
y las convulsiones de mis vísceras,
que hubo mil historias antes que tú,
y tú no serás eterno,
ni yo.


Acepta que la cesión de una parte
no es la entrega del todo,
que la vulnerabilidad, las hormonas y el afecto
serán diferentes a los tuyos,
que mis creencias son producto 

de dolorosos razonamientos de supervivencia
y siempre, siempre, seremos distintos, individualmente completos
y llenos de errores por enmendar.


Si es así que me quieres,
empecemos a hablar.


María Ramos




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