lunes, 3 de julio de 2017

De niño quería ser soldado




«Todos los aguijones dulces que salen de las manos,

todo ese afán de cerrar párpados, de echar obscuridad o sueño,»

VICENTE ALEIXANDRE



De niño quería ser soldado,

como otros hombres de la familia,

— que disparaban los domingos a las palomas —

Capitán Trueno, El Jabato,

hasta que en una librería encontré

Espadas como Labios.

Le dije a mi padre que quería ser poeta

y me dio una paliza,

— un golpe en el labio, un golpe en la mejilla, un golpe

en la nariz y sangre, y otra vez en el labio,

— al ritmo de quien golpea pelota con pala en el frontón,

—, un golpe, labio, un golpe, mejilla, un golpe, nariz

y miedo.



Mi madre me llevó al baño y la sangre en la loza

escribió los versos, — recuerdo el ritmo de los golpes,

con el sonido alivio del agua corriendo,

con el sabor a sal de lágrima y sangre,

como un mar.




Pablo Müller




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